Moreno: Reporte de covid y operativo de vacunación durante el mes de mayo

A lo largo del mes de mayo, en Moreno se confirmaron 8.617 nuevos casos positivos, 12.337 pacientes recuperados y 225 personas fallecidas. Mientras tanto, continúa la campaña de vacunación: durante el último mes 18.149 personas recibieron la primera dosis, y 18.476 la segunda dosis. 

Al día de hoy, el Municipio de Moreno informa que ya se aplicaron 111.625 vacunas contra el COVID-19, de las cuales 88.293 corresponden a la primera dosis y 23.332 a la segunda. Hoy hay 47.607 casos confirmados de COVID.19, 42.756 recuperados y 1052 personas fallecidas.

El Poyi y la Chicharra donde el pueblo sana

Un periodista de la Ciudad de Buenos Aires visita Moreno y los barrios más alejados de nuestro centro. A San Norberto, en la Chicharra, y a Ayelén, por el Poyi Cardenas. Un encuentro con las mujeres heroicas de nuestra comunidad en el medio del confinamiento por la pandemia.

Por Lucas Schaerer

Un ciego camina el pasillo del tren: “Diosssss..estaaaá..aquí, tan cerca como el aire que respiro”. Canta con tono bajo mientras en una mano lleva el bastón blanco y en la otra con forma de canastita, poniendo los dedos para arriba, espera recibir. Atrás suyo un vendedor de medias y al segundo un hombre con el píe izquierdo mutilado, que se arrastra en muletas clamando compasión. La exclusión del trabajo y los enfermos que claman. Es una piña al estómago. Que se sortea si uno va en auto por la autopista.  

Estamos atravesando un segundo confinamiento por la pandemia del coronavirus. El tren de la línea Sarmiento no está vacío, pero a los que estábamos acostumbrados los pasajeros no alcanzan a completar los asientos.

Moreno es la última estación, la terminal anuncia la voz de los parlantes. De las entrañas de la gran Ciudad de Buenos Aires al corazón del tercer cordón del conurbano, la localidad más empobrecida donde sobreviven 700 mil seres humanos con alma, mente y corazón.

Saltar los molinetes o pasar por la puerta antipánico es imposible. Personal del tren, con gendarmes y policías están atentos. Un control que en las otras estaciones de Capital Federal o los vecinos como Merlo no se ve.

La guía morenense es Aye. De Ayelén como el barrio donde quiero descubrir la fórmula: el pueblo salva al pueblo. Aye es joven con historia. Con el don de la fotografía. Fue innato. Hasta hace poco no sabía, pero su abuelo morenense ya ponía el foco en las fiestas familiares. Ella puso la cámara en la comunidad. Primero siendo tallerista en los centros culturales del Movimiento Evita y después en la campaña de la primer intendenta mujer de Moreno, nacida en la periferia, en Cuartel V. “Siempre que Mariel entra al Poyi o la Chicharra viene algún chico a abrazarla”. Ese instante de amor la marcaron.

Primero el calvario: Una bala de plomo impacta en el Poyi. Todo por una discusión. Su madre, Mari Cárdenas, la tía de la actual intendenta Mariel Fernández, transforma su casa merendero y guardería en el Poyi Cárdenas.

Segundo la salvación: En ese terreno donde en una casilla también vivieron la joven Mariel y su esposo Esteban “Gringo” Castro se transforma en lo que hoy llaman “un espacio de salvación comunitaria”. Tan claro está que su coordinadora, la joven Elena también enviudó cuando a su marido, hermano del Poyi, es asesinado apuñaladas también en una discusión.

Una calle de tierra y el cielo abierto, sin edificios. Gonzalo, el chófer locutor, nos deja frente a un alambrado con una entrada bien abierta de pasto cortito y un tobogán como una maca. Un jardín que conquista a los nenes y adultos. Ya en la entrada te invita a jugar. Luego las tres coloridas salas, donde todas incluyen baños para el tamaño de los niños, creando el jardín comunitario. Nada tiene que envidiar a los jardines privados. Un salón grande es zoom para las seños que se combina con los talleres, entre ellos en una estante contra la pared soporta los bombos con platillos y los estandartes de la murga. 

La cocina es familiar. Su piso y el mueble de la alacena da esa sensación.

“Una vez que entras acá la vida te cambia. Te deconstruís”. Dice Elena Toribio, la coordinadora del Poyi, cuando le pregunto si se la pasan todo el día siendo heroínas del pueblo y ausentes en sus propias casas.

Los hijos están todo el tiempo con las madres. Llaman a la seño o educadora de sala de tres para sumarla a la charla. Luciana Salguero, es una piba joven que trae a su bebé al trabajo. “Ella venía con chupete y ahora es seño con su hija”. Segunda generación cuenta “Lili” Alarcón, la educadora o seño con más años en el Poyi a cargo de sala de 5.

En el barrio Ayelén no existen otras organizaciones sociales, políticas o sindicales junto al pueblo. Si la presencia de alguna capilla o parroquia.

Ante la pandemia el jardín está casi vacío. Sólo los niños y niñas de las trabajadoras que sostienen el comedor y el jardín.

Elena, Lili y Luciana por primera vez se juntan para responder a un periodista. Ellas construyen en su vida diaria epopeyas que nunca llegan a los centros de poder. Es una gesta diaria. Invisibilizada. Que ni se llega a ver o no se quiere mostrar. Donde dan la vida cuidando con esfuerzo y ternura las neuronas de los hijos del partido bonaerense más empobrecido.

Hasta el barrio San Norberto son otros 20 minutos en auto. A mitad de camino, frente a la comisaría de Cuartel V, un despliegue grande de policías controla los permisos de circulación. Cada colectivo es frenado y cada pasajero se le pide su documentación para transitar. Igual los autos, camiones. Detrás de la ermita de la Virgen de Luján, en la puerta de la comisaría están asfaltando. “Es la primera vez desde los ochenta que la delegación municipal cuenta con maquinaria y presupuesto”, cuenta Alexis que lleva un chaleco que lo identifica de la delegación y un barbijo con la estrella federal. No estaba planeado hablar con él, pero surgió la oportunidad. Trasmite con entusiasmo: “A la noche después de muchas horas de laburo sé que hice el bien. Esto lo hablo en casa con la familia y los amigos. Es un esfuerzo, pero con una felicidad por todo lo que estamos haciendo para el pueblo”. Asfalto, cañerías, cortar el pasto, todo esto en 32 barrios que incluye el departamento de Cuartel V, en total existen seis departamentos en todo Moreno.

Una casa con fachada artística. De una ventana sale pintada Evita mirando una chicharra, por debajo un campo con flores. En el pasillo de entrada una chica nos pone alcohol y te toma la temperatura. Es irresistible el aroma del guiso de lentejas que me lleva a la cocina. Unas seis cocineras, entre ellas una paraguaya con varios años de residencia, me reciben con alegría. Son las mujeres maravilla.

Hacen de comer al instante si hace falta o si reciben una donación de pescado, como ocurrió por parte de La Cámpora, la cocinaron hasta en el patio a leña. Varias hablan a la misma vez sobre cómo se las ingenian, sobre todo una recién operada, para hacer platos o reinventar platos. Otra más joven cuenta que está terminando la secundaria además de ser cocinera y tener su familia con marido inclusive. Muchos varones no aceptan el protagonismo femenino y se fugan. También hablan como es atravesar el contagio de una de ellas que provocó el cierre de la Chicharra por única vez a lo largo de toda la pandemia del covid-19. Tienen necesidad de expresar la angustia de los primeros momentos o como están muchas veces desbordadas por la demanda de comida. Al no haber tampoco otras organizaciones, y encima comedores que han cerrado por el covid, todo el trabajo se multiplicó.

Me dicen, con cierto dolor, que en la visita del presidente Alberto Fernández a La Chicharra muchas de ellas no lo pudieron ver. Quedaron afuera de ese momento tan especial. Los controles de seguridad en el barrio fueron una semana antes de su llegada y las vallas en las esquinas limitaban cualquier desborde. “Se sacó fotos con todos, le pedía a su seguridad distancia, hasta se quedó hablando con una abuela de acá al lado. Y entró a la cocina”.

Mariel, la intendenta, fue la fundadora de la Chicharra. Luego el mando lo tomó Adriana Quispe, una salteña, trabajadora 24 por 7. Llega a las ocho de la mañana y se va siempre después de las diez de la noche. Su historia personal es pura sanación: Desde los 4 hasta los 14 años vivió en la calle con su abuelo empedernido en la bebida. Su madre la tuvo a los 15 años y la dejó al cuidado de sus abuelos. Cuando murió su abuela-madre a los cuatro años nació la depresión en su abuelo. Adriana vivió una década en la calle. “A los 14 recién supe que era ponerse una zapatilla”. Llegó a la Chicharra por necesidad. Tenía un hijo que mantener. Durante diez años estuvo de cocinera. Fue su salvación. Hizo primaria y secundaria mientras cocinaba. En el 2013 ingresó al terciario Néstor Kirchner, que está al fondo del Centro Cultural con entrada por la calle Portugal. De sin techo a maestra coordinadora del mundo Chicharra.

Muchas mujeres, casi todas jóvenes, despliegan una batería de trabajo: las dos salas del jardín comunitario, que cubre la vacante a bebés desde los 45 días hasta cinco años, talleres culturales entre ellos de murga, pasando por la radio y un taller textil a pocas cuadras. “Apuntamos sobe todo a los niños y abuelos. En plena pandemia a los contagiados le llevamos nosotros la comida hasta la puerta de su casa. Eso nos llevó estar hasta las once o doce de la noche todos los días exponiéndonos. Todo esto coordinado con desarrollo social de la intendencia”.

En la trinchera de la salvación comunitaria, más en pandemia, los tiempos son acelerados. Las charlas fluyen con velocidad, que ni tiempo para tomar nota o sacar el grabador. En todo el piso del salón bolsas negras de plásticos están atadas con un recibo. Es la comida a los abuelos de San Norberto y San Alberto.

En La Chicharra se forjó el corazón de los “poetas sociales” como llama el Papa Francisco a los trabajadores de la economía popular. Esta construcción de salvación comunitaria evidencia la principal razón de Mariel recibiendo el voto del 60 por ciento de sus vecinos en diciembre de 2019.

Kicillof y Simone presentaron la puesta en marcha de 199 nuevas obras para 107 municipios

En el marco del Fondo de Infraestructura Municipal, se destinan más de 8.817 millones de pesos para avanzar en un plan histórico de infraestructura para 107 municipios de la Provincia, entre los que se encuentra Moreno.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó junto al ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Agustín Simone, el acto de presentación de 199 obras que se llevarán a cabo en 107 distritos bonaerenses. En el marco del Fondo de Infraestructura Municipal (FIM) 2021, se destinarán más de 8.817 millones de pesos a inversiones que además resultan de rápida ejecución y demandarán trabajo local en cada uno de los municipios.

“A partir del FIM 2021 y de otros programas, estamos realizando una inversión en infraestructura de más de 20 mil millones de pesos, lo que nos ha permitido este año alcanzar un récord histórico de obras licitadas y en ejecución en todos los municipios”, afirmó Kicillof desde Casa de Gobierno ante más de 100 intendentes que participaron del lanzamiento por videoconferencia, y donde estuvieron presentes también la ministra de Gobierno, Teresa García y el subsecretario de Planificación y Evaluación de Infraestructura, Ignacio Negroni

31 de mayo de 2021. El Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezo una videoconferencia anunciando obras en municipios dentro del FIM. Foto: Mariano Sandy

“A tres meses de la puesta en marcha del programa, hoy contamos con las obras aprobadas y ya hemos realizado los adelantos financieros necesarios para que sean rápidamente ejecutadas”, detalló el gobernador. “Este FIM 2021 sextuplica la inversión del año pasado, constituyendo de esta forma un apoyo directo a cada uno de los municipios”, subrayó al tiempo que valoró “el trabajo mancomunado con las autoridades de los distritos, quienes han determinado la importancia de cada una de las obras y con quienes hemos articulado para desarrollarlas de forma eficaz y rápida”.

“Gracias a la articulación con los municipios, este trabajo que comenzó hace apenas tres meses ya tiene los convenios listos, firmados y con los adelantos desembolsados para llevar adelante una cantidad de obras inédita en la historia de la Provincia”, enfatizó Simone y añadió: “La mayor parte de las obras son viales, de repavimentación, cordones cunetas y trazado urbano, respetando el criterio de las autoridades de cada uno de los distritos”.

Estas inversiones implican la puesta en marcha del 73,5% del financiamiento establecido por el FIM, que asciende a los 12 mil millones de pesos y que se otorga a los 135 partidos de la Provincia. En su mayoría se trata de obras viales, hidráulicas y de arquitectura, incluyendo además refacciones en centros de salud.
“Esta es nuestra respuesta a la situación tan difícil que hemos atravesado debido a la pandemia: una Provincia que se pone en marcha con las obras que transforman de manera estructural, histórica y permanente las realidades de los y las bonaerenses”, concluyó Kicillof.