sábado, junio 14, 2025
Nacional

“Argentina sangra”: el duro mensaje del arzobispo García Cuerva en el Te Deum frente a Milei

En una homilía atravesada por metáforas bíblicas y referencias directas a la realidad social y política de la Argentina, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, protagonizó este sábado un Te Deum cargado de definiciones críticas. Con la presencia del presidente Javier Milei en la Catedral Metropolitana, el religioso habló del sufrimiento del pueblo, de la indiferencia y la violencia, y del hambre, no solo de pan, sino también de esperanza.

“Nuestro país también sangra”, dijo en uno de los tramos más resonantes de su mensaje, donde apuntó contra los privilegios, la exclusión, la falta de sensibilidad de la dirigencia y la deshumanización en la discusión pública.

Inspirado en el relato evangélico de la resurrección de la hija de Jairo, García Cuerva trazó un paralelismo con el presente nacional: “Experimentamos que se está muriendo la fraternidad, se está muriendo la tolerancia, se está muriendo el respeto. Y si se mueren esos valores, se muere un poco el futuro. Se mueren las esperanzas de forjar una Argentina unida”.

En ese marco, habló de una “Argentina que sangra”, marcada por la marginalidad, las personas en situación de calle, las madres desesperadas por salvar a sus hijos de las drogas, los discapacitados, los jubilados sin acceso a medicamentos ni a una vida digna. “Herida esta que sigue abierta y sangra hace años”, remarcó.

También criticó con dureza a los sectores privilegiados que viven “alejados de la calle, del transporte público, del supermercado”, y que “no sienten el dolor de la gente común, ni sus frustraciones ni su esfuerzo por salir adelante”.

El arzobispo dedicó varios tramos de su discurso a denunciar el clima de violencia simbólica y verbal. Habló de “los haters de aquella época”, en referencia a quienes se burlaron de Jesús, y conectó esa actitud con la cultura del odio y la agresión actual: “La descalificación, la agresión constante, el destrato, la difamación parecen moneda corriente”, sostuvo, y citó al Papa Francisco al hablar de “terrorismo de las redes”.
“El modo en que comunicamos tiene una importancia fundamental”,
advirtió, al pedir que se ponga fin a “la guerra de las palabras y de las imágenes”.