A menor ingresos, mayor carga mental: la realidad de los hogares monomarentales en la actual crisis económica
Con las transformaciones de las estructuras familiares de las últimas décadas, los hogares monomarentales se encuentran entre los de mayor crecimiento. En la provincia de Buenos Aires, si bien los hogares nucleares siguen siendo los predominantes, 1 de cada 10 hogares son monomarentales. Una realidad que crece en porcentajes y que se complejiza mucho más en tiempos de crisis económica como el actual. Sobre esta problemática se realizó en Moreno el primer relevamiento de hogares monomarentales del país.
El informe “Madres que crían solas en la provincia de Buenos Aires. Informe sobre hogares monomarentales”, elaborado por la Unidad de Género y Economía (UGE) del Ministerio de Economía de la Provincia, sostiene que “en línea con la tendencia regional, los hogares monomarentales son los que más han crecido en participación en las últimas décadas en la PBA, lo hicieron en 3,6 p.p.”. Durante la pandemia de Covid 19 de 2020, este tipo de hogares fueron de los más perjudicados y declarados en emergencia.
En Moreno, distrito cuyo Gobierno local se caracteriza por impulsar y llevar a cabo políticas públicas transversales a todas las áreas, destinadas a prevenir y erradicar toda forma de violencia contra las mujeres, desde la Agrupación Reconquista y el Movimiento Evita, lanzaron en octubre del 2024 el primer relevamiento que se realizó en el país con el objetivo de conocer las características de los hogares monomarentales y pensar estrategias comunitarias de acompañamiento.
Esta es una realidad que implica desgaste físico y una carga mental extrema y que desnuda una injusticia enorme y cada vez más recurrente: la de las mujeres que, por diversos motivos, terminan criando solas, con poca o nula ayuda de sus exparejas o padres de sus hijos. Hay una pandemia silenciosa y con poca prensa: la de los varones que no cumplen con sus responsabilidades, y que luego de roto el vínculo con la madre de sus hijos, se desentiende de forma total o parcial de la crianza de los niños, niñas o adolescentes.
Buscar soluciones para lograr compatibilizar empleo remunerado con crianza, a veces parece un círculo vicioso en el cual cada posible “solución”, implica otra traba que impone la lógica del mercado, la economía o la sociedad. Una sociedad que aísla y le da la espalda a esta problemática. Buscar más horas de trabajo para generar más ingresos, implica la pregunta «¿Y con quién dejo a mis hijos?», «¿Pagarle una niñera?» Es cambiar el dinero o directamente no alcanza con lo que se puede ganar en un empleo de media jornada, que es a lo que en general puede acceder una mujer que cría sola y no posee ningún tipo de red de cuidados. Lo mismo ocurre con la posibilidad de que esos niños o niñas que viven solamente con sus madres asistan a una escuela doble jornada. En la provincia de Buenos Aires hay poca oferta en colegios públicos con esta modalidad, y una institución privada con esta posibilidad horaria es de difícil acceso por el alto costo que implica.
Ahora bien, si esta situación se convirtió casi en una emergencia durante la pandemia, la realidad actual en medio de la crisis más aguda a la que se enfrenta la economía Argentina no es menos grave. La pérdida de puestos de trabajo, la paralización total de 56 espacios de desarrollo infantil por parte del Gobierno nacional encabezado por Javier Milei, el incremento del costo de vida, principalmente vinculado a productos de primera necesidad, La imposibilidad de costear un proceso judicial, de por sí agotador y revictimizante, para realizar reclamos legales por el incumplimiento de la cuota alimentaria, son solo algunos de los factores que hacen que durante la crisis actual la situación de las mujeres que crían solas se convierta en una situación crítica.
Cabe resaltar que en la provincia de Buenos Aires el porcentaje de padres que incumple con el pago de la obligación alimentaria alcanza al 66,5%, ya sea porque nunca han aportado (51,2%), o porque el aporte se realiza de manera irregular, o a partir de montos menores a los pautados (15,3%).
Abordar esta problemática, con propuestas como las que se llevan a cabo en Moreno es urgente y fundamental. Pero la agudeza de esta situación no puede resolverse solo con el Estado, es necesario también una sociedad comprometida en modificar la lógica de los roles de género asignados que solo traen desigualdad y violencias de todo tipo.