Jubilaciones: ¿Por qué el fin de la moratoria afecta principalmente a las mujeres?
Desde el pasado domingo 23 de marzo, el sistema previsional en Argentina experimentó un cambio significativo tras la finalización de la moratoria dispuesta por la ley 27.705. Dicha moratoria permitía que aquellas personas que no cumplieran con los 30 años de aportes pudieran “comprar” los años necesarios para acceder a una jubilación. Así, cada año, alrededor de 200.000 argentinas y argentinos no podrán jubilarse, el 70 % mujeres.
La decisión del Gobierno nacional de no renovar la moratoria previsional dejó a un enorme porcentaje de la población de adultos mayores sin la posibilidad de acceder a una jubilación. Pero las principales afectadas por esta medida serán las mujeres. Este año, 7 de cada 10 en edad jubilatoria no podrá acceder a la prestación. Una nueva muestra de que el Gobierno que venía a ajustar a la casta tiene como principal enemigo a las y los jubilados.
¿Por qué esta medida debe mirarse con perspectiva de género? Por varios factores, pero principalmente porque son las mujeres las que suelen tener a lo largo de sus vidas trabajos precarios, en los cuales no se les reconocen los aportes. Esto sucede por la llamada división sexual del trabajo que asigna social y culturalmente a las mujeres roles de género que las llevan a trabajar menos horas fuera del hogar, porque su carga horaria de tareas de cuidado dentro del hogar es mucho más para ellas que para los varones.
Solo el 23 % de las mujeres que hoy tienen 60 años tienen más de 25 años de aporte, según el cuarto informe de “La cocina de los cuidados”, difundido por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Lo que bajo ningún concepto quiere decir que trabajen menos, por el contrario, sumando las horas laborales fuera del hogar con las que se realizan dentro del hogar sin reconocimiento ni salario, trabajan más pero de forma no remunerada ni reconocida.
Esta situación se agrava notablemente en el caso de las mujeres que viven solas con sus hijos, es decir, en los hogares monomarentales. En esos casos, las tareas de cuidado recaen casi de forma total, en algunos casos de forma total, en las mujeres madres, siendo aún más complejo acceder a trabajos de jornada completa con remuneración y registro que les permita sumar aportes. 1 millón 600 mil mujeres crían solas a más de 3 millones de niñas, niños y adolescentes, y del 20 % de los hogares más pobres del país, el 50 % está conformado por hogares monomarentales, según un informe elaborado por el Ministerio de Economía de la Nación a fines de 2022
Según el informe «Madres que cuidan solas» elaborado por la Unidad de Género y Economía (UGE) del Ministerio de Economía de la Provincia, las jefas de hogares monomarentales presentan mayores tasas de actividad laboral comparadas con otras mujeres: 9 de cada 10 participan en el mercado. Sin embargo, lo hacen en condiciones desfavorables, ya que el 39,8% de las asalariadas en estos hogares trabajan en la informalidad, según destaca el informe.
La opción de la PUAM, también afecta de forma doblemente negativa a las mujeres, ya que la edad mínima para acceder es 65 años, a diferencia de la jubilación que para mujeres era de 60.
Una vez más, el Gobierno de Javier Milei ataca de forma directa a los jubilados, que ya se encuentran en una situación crítica, y a quienes además, desde hace un año, reprime de forma salvaje cada miércoles en las manifestaciones que se realizan para exigir una mejora en sus condiciones de vida. Y las mujeres principalmente continúan siendo las más perjudicadas y empobrecidas.
En relación a esta problemática, el distrito de Moreno se lanzó en el año 2024 el Primer relevamiento de hogares monomarentales a nivel nacional, una iniciativa que busca reunir datos que permitan acompañar y asistir a estos hogares.